Los Pumas... un esfuerzo, un reconocimeinto...

Mucho se está hablando en estos días de estos muchachos, “estos 15 hermanos inseparables” como dice una publicidad en estos días.
Primero, a mi no me cerró mucho la idea de que el Presidente de la Asociación del Futbol Argentino, Julio Grondona hizo cambiar el horario del súper clásico River-Boca para que los argentinos podamos ver el partido de los Pumas. Como dice un relator de fútbol: ¡Que buen tipo… Es este señor Julio Grondona!

No seamos incrédulos, dos encuentros de tal magnitud al mismo horario no es negocio, lo que nunca se imaginaban tener que cambiar el clásico por un partido de Los Pumas, en un país futbolero.

Me deja la sensación de que cuando los argentinos hacemos las cosas bien y ponemos ese extra que parece portar la sangre argentina, para no decir huevos que queda mal, las cosas salen bien. Pero no es la primera vez que esa actitud viene desde el campo, el potrero; hacia los papeles, las oficinas.

Deportivamente tenemos artos ejemplos en nuestro país de que los deportistas a sudor de esfuerzo ponen en funcionamiento esa pasión por la camiseta. El básquet por ejemplo estos últimos tiempos ha dado que hablar. No se puede dejar de reconocer que no es un esfuerzo de un grupo sino de un proceso que vino creciendo con el nacimiento de la Liga Nacional de Básquet.
Ahora los Pumas, reconociendo el esfuerzo de estos protagonistas, que todo el mundo hoy se sienta a mirar con expectativa, pero no siendo injustos con los que dieron el primer peldaño de la escalera en el crecimiento del Rugby argentino, pero queda esa sensación que siempre la presión viene desde la cancha.

Otra cosa, la profesionalización de los deportes es buena, pero con una política de presión para que no se transforme en un negocio como ya lo es el deporte más popular.

Por eso amigos da gusto sentarse a ver Los Pumas, que al final de un encuentro como el de ayer te dejan en cuclillas haciendo fuerza con ellos. Porque te dan la sensación de tipos laburadores como uno. Que te contagian las lágrimas cuando entonan el himno como si irían a la Batalla de San Lorenzo. La mezcla en este caso de amateurismo y profesionalismo es buena y justa.

Y no podemos dejar de mencionar que el triunfalismo en la argentina es un síntoma de nuevos amigos y eso hace que muchos nos deleitemos mirando rugby y descubriendo algunas destrezas de este deporte, pero bueno el esfuerzo por llegar a donde se llega deja la marca del reconocimiento… Por eso “ahora somos todos Pumas”.

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