Cumbre Mundial del Clima: sin el compromiso esperado


Por: 
 Daniel Brizio
Entre el 11 y 22 de Noviembre tuvo lugar en Varsovia (Polonia) la XIX Conferencia Mundial de Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP 19), cuyo fin es limitar el calentamiento global hasta 2 grados centígrados del registrado en el periodo preindustrial, se reunieron en esta ocasión con el objetivo principal de elaborar un documento para firmar un acuerdo en el 2015 sobre una serie de medidas que tiene que ver con la reducción de gases de efecto invernadero (GEI).

Los delegados de 192 países se comprometieron a cerrar dentro de dos años en la conferencia de París 2015, un acuerdo de reducción de los gases de efecto invernadero (GEI) con efecto a partir del 2020, que sería firmado por todos los países en este caso.  Intentando tener un mayor efecto que el Protocolo de Kyoto en 1997 donde solo firmaron los países desarrollados, y por diversos motivos, quedando excluidos países como EE.UU y China.

El no llegar a un acuerdo aplicable las consecuencias según las tendencias de las últimas décadas, el alza de la temperatura se situará en casi 4 o 5 grados centígrados más a fin de siglo con consecuencias climáticas desfavorables.

Lo que no quedo decretado es la fecha en que los países deben presentar sus fines de reducción de dióxido de carbono (CO2) para adoptar este acuerdo.  Donde por ejemplo, la Unión Europea está apremiada para que todos los países presenten estos objetivos y por otro lado, los Estados en vías de desarrollo, como los mencionados India, China y Brasil, se resisten. Y donde según los cambios al documento ya no serán “compromisos”, sino “contribuciones” por parte de los mismos al problema del calentamiento global.

Tampoco se arribó a un acuerdo a la financiación de políticas contra el cambio climático, donde los países en vías de desarrollo exigen que se garanticen los 100.000 millones de dólares anuales de aquí a 2020 prometidos por los países ricos para luchar contra el cambio climático y adoptar tecnologías "verdes" no contaminantes. El texto sobre la creación de un mecanismo sobre las "pérdidas y daños" que sufren los países del Sur debido al calentamiento global tampoco tuvo avances en esta cumbre.

Si hubo acuerdo en reducir las emisiones de gas de efecto invernadero resultantes de la deforestación. El programa REDD+ de la ONU es la iniciativa con la que se propone una reducción de gases de efecto invernadero resultantes de la deforestación y degradación de los bosques.

Donde, los Estados Unidos, el Reino Unido y Noruega se comprometieron a aportar 280 millones de dólares para apoyar el acuerdo que permitirá financiar proyectos forestales en naciones en vías de desarrollo.

El día anterior a la finalización de la COP 19 las principales Organizaciones No Gubernamentales (ONG) decidieron retirarse de la misma en desacuerdo y reclamo por la falta de avances en acuerdos para combatir el cambio climático. Entre ellas se encontraban: Greenpeace, Oxfam, la Confederación de Sindicatos, ActionAid, WWF, International Climate y Amigos de a Tierra.

El día de la chupina | Grupo Editorial Cn

El día de la chupina | Grupo Editorial Cn
26 de Abril de 2013
Adolescentes

El día de la chupina

Por: 
 Daniel Brizio (Rosario)
Se lleva adelante hoy en la ciudad de Rosario “el día de la chupina”. Los estudiantes de los colegios secundarios, con o sin conocimiento de sus padres, deciden no asistir a clases y juntarse en un lugar público. La ciudad preparó para hoy un operativo de seguridad liderado por la Guardia Urbana Municipal (GUM) en los puntos de encuentro.
Esta costumbre nació en el año 2001 y se estableció anualmente el último viernes de abril. A medida que pasaron los años, en muchos casos los alumnos comienzan con los festejos la noche previa y se han empezado a producir una serie de disturbios que hacen peligrar la integridad de asistentes, transeúntes y comercios aledaños. El año pasado hubo serios incidentes que dejaron como consecuencia una persona herida de bala, otras 70 detenidas y varios hechos de robos en comercios del centro de la ciudad.
Alrededor de 300 agentes se encontrarán en los puntos que serán monitoreados durante todo el día. Entre los que se encuentran los Parques Nacional a la Bandera, España, Urquiza y Alem; y la zona de las peatonales. La GUM, Control Urbano, Dirección de Inspección y la Agencia de Seguridad Vial aportarán unos 160 agentes y la Policía de Rosario, otros 150.
Para la Psicóloga Silvina Rebossio “el día de la chupina, las previas, el mismo Bariloche –como momentos simbólicos– son instantes donde los adolescentes se unen en nombre de estos acontecimientos, pero en realidad son espacios de liberación. En este caso, son momentos donde se liberan del horario y normas escolares. Es un momento sin ley. Donde en realidad denotan que la ley está corrida desde los adultos, donde no sólo estamos permitiendo sino legalizando estos espacios”. 
Ejemplifica, sosteniendo que “mucho más desde la familia cuando se los avala y estimula; y no se le pone un marco, no digo prohibitivo, sino de reflexión y tener un criterio sobre estos temas. Porque muchos no se desbordan, pero otros tantos sí; entonces institucionalizamos los momentos de transgresión y al no tener límites terminan en los desbordes”. 
Considera que esta legalidad “baja desde las escuelas, desde la policía y los juzgados. Al no estar ubicada en los adultos responsables, estos no tienen la patria potestad que les corresponden a los padres. Tendríamos una mejor sociedad, porque no se trata de ser castrador con la aplicación de la ley, sino que ésta, en su noble funcionamiento, nos preserve”.
Foto: Diario La Capital

Iyara: Llevando luz a los que no tienen

                                                                                                                                         Por: 
 
Esta empresa social logra generar energía eléctrica de la corriente del río Paraná para los habitantes de las islas entrerrianas.
En sus incursiones recreativas por el río Paraná, Juan Pablo Mosconi descubrió que los habitantes de esas costas tienen serios inconvenientes para generar corriente eléctrica. A partir de allí, comenzó una búsqueda incansable en la elaboración de una turbina hidráulica para generar electricidad las 24 horas, utilizando la energía que contienen los ríos de llanura –de poca velocidad– producida a bajo costo e impacto ambiental.
Se recibió de ingeniero mecánico y su proyecto final fue justamente sobre este tema. Incursionó por varias empresas importantes hasta que fundó Iyara, una empresa social que desarrolla y aplica tecnologías apropiadas y apropiables que mejoren la calidad de vida de comunidades aisladas o postergadas, promoviendo la regeneración de su vida social, cultural, económica y ambiental.
“Me pareció interesante esta posibilidad de conectar mis conocimientos técnicos con este amor a la naturaleza y a las comunidades que viven en ella. Desde 2004 que tuve esta idea de poder aprovechar estos ríos para generar energía a esta gente. Tal vez teniendo energía de bajo costo podrían ser sustentables. Porque hay muchos de estos grupos que no logran sostenerse, entonces terminan mudándose a las grandes ciudades, donde crean nuevos focos de pobreza”, comenta el director de Iyara, combinación de tres palabras que en guaraní significan ‘igualdad’, ‘dueño’ y ‘futuro’.
“Mapeamos aproximadamente unas 77 mil personas en el litoral argentino que están a la vera de este tipo de ríos y no tienen energía; y también, sobre las márgenes de los ríos del este de la Patagonia. En Sudamérica hay alrededor de 2.5 millones de personas que pueden estar en condiciones de usar este tipo de turbinas. Toda la cuenca del río Amazonas es el grueso, pero también en Chile y en sectores de Paraguay”, comenta el joven ingeniero.
La capacidad generadora de estas turbinas depende de la velocidad del río; pueden alcanzar de 150w a 3,5 kwh, produciendo las 24 horas. Transforma energía cinética en energía eléctrica. Para un río donde la velocidad del fluido es de 1 m/s, como podría ser el Paraná, esta turbina genera 450w, equivalente a una energía diaria de 11,5 kwh/día, lo cual alimenta una heladera las 24 horas, una radio por 7 horas y hasta 8 lámparas por 6 horas, entre otros elementos.
El segundo prototipo está funcionando, desde julio, en la comunidad de pescadores El Espinillo, ubicada en las costas entrerrianas frente a la ciudad de Rosario. La colocación debe tener una profundidad mínima de dos metros. Se puede abastecer de una a varias casas. Actualmente la turbina provee una casa donde habitan 10 personas. El creador dice que “de una producción muy artesanal, fuimos mejorando los procesos para comenzar a trabajar en serie. En ese aspecto, hemos desarrollado proveedores, matricería y estamos adecuando nuestro propio taller, que se localizará en Soldini”.
En este proyecto surgen varias complejidades; una es la parte económica y otra es cómo llegar a esas comunidades, cómo vender, ya que tienen poco poder adquisitivo: “Nuestros usuarios podríamos dividirlos en dos, aquellos de bajo poder adquisitivo y los que tienen medio o alto poder adquisitivo. Hay desarrollos ganaderos, emprendimientos de turismo y particulares que también están en estos sectores. Ahí es donde tenemos que planear estrategias para poder vincularnos con otras empresas que pueden hacer micro finanzas. Creamos canales con los gobiernos provinciales, ONG y cooperativas que pueden hacer ese nexo entre el usuario final y nosotros”.
Para llegar a los más necesitados de esta tecnología “ya contamos con una persona de estas comunidades; porque la idea es que la misma gente que conoce muy bien el entorno y sus necesidades pueda incorporarse a la empresa en la instalación o venta. Nos parece muy valioso darles la posibilidad de lograr otro desarrollo económico”, comenta el forjador de la micro turbina MT 300.
Hoy cuentan con un pedido interesante en la Patagonia y están desarrollando un proyecto con los gobiernos de las provincias de Santa Fe y del Chaco. “Nuestra idea es crecer y fortalecernos en el litoral argentino. Pero además tenemos pedidos de cotización de Holanda, Perú, Chile; hay mucha gente que tiene esta necesitad”, dice el experto en ingeniería industrial.
Mosconi también empezó a desarrollarse en otros aspectos para dar empuje a este emprendimiento. Adquirió conocimientos que, según él, la facultad no enseña y se anotó en concursos de planes de negocios. A través de ellos empezó a vincularse con otras personas que de alguna forma se sumaron al proyecto, como Federico Seineldin, hoy socio y por el cual empezó a formar parte de Njambre Aceleradora.
Y los reconocimientos no tardaron en llegar. En 2010 fueron pre-seleccionados en la tercera etapa del concurso BI50K por el Instituto Balseiro. En 2011 Iyara fue elegida como empresa con mayor impacto social en el concurso BID Challenge Argentina, organizado por la fundación holandesa NETWORK, lo cual le brindó la posibilidad de participar del mismo certamen a nivel mundial en Holanda –noviembre de 2012– y fue seleccionado entre los ocho mejores emprendimientos de impacto del planeta.
Queda un largo camino por recorrer, pero es destacable la labor, como profesionales, de incluir en sus planes de negocio al otro y al medio ambiente, ya que la otra posibilidad con la que contaban era la de recurrir a generadores con combustibles fósiles, con lo que ello significa. El cambio tiene que ser una posibilidad latente de regenerar y no tapar baches, o seguir por el mismo camino. La esperanza es que proyectos como el de Juan Pablo Mosconi ya están en funcionamiento. Y tienen tres cosas fundamentales que son el motor de esta causa común: juventud, formación profesional y la mirada puesta en la necesidad del otro.

Empresas de innovación de impacto social


 Acelerar buenas ideas     
                                                                                                                                                                                       Diciembre 2012


Por: Daniel Brizio (Rosario) 
 Fotos: Njambre

Njambre es la primera aceleradora de este tipo de empresas de la Argentina, que tienen un fin social o ambiental pero utilizan mecanismos del mercado para ser sustentables.
Las llamadas nuevas economías van a estar basadas en el bienestar de las personas y el medio ambiente, precursoras del bien común.
Esta empresa social surgió en Rosario a principio de 2011 como Njambre Coworking. Se ofrece un espacio físico donde una comunidad de emprendedores de negocios comparten a diario con el objetivo de ser sostenibles y generar valor económico+social+ambiental, a través del co-trabajo. La empresa cuenta con servicios de alta calidad, como los de una corporación, pero a un bajo costo.
Federico Seineldin, de Rosario, Paula Cardenau, de Buenos Aires y Emiliano Fazio, de Mendoza fundaron Njambre Aceleradora, tras ver postergado en nuestro país el crecimiento de emprendimientos. “En estos territorios donde tenemos emprendedores de negocios y ONG, lo que empezamos a buscar es el modelo híbrido que son nuevas organizaciones, donde el dinero en vez de ser un fin es un medio para poder brindar justamente un fin social o ambiental. Terminan generando productos o servicios que le brindan una solución a sectores que son vulnerables o para mitigar el cambio climático”, comenta Seineldin, co-fundador de esta aceleradora.
En la cadena de valor puede haber personas postergadas, como el caso de la empresa social AMAGI, que diseña ropa para gente discapacitada y la mano de obra son, también, discapacitados. Se busca un producto que tiende a un sector y ese mismo sector puede producir sus productos.
Agrega Cardenau que “lo que hacen es poner las cadenas productivas o de valor al servicio de solucionar problemas de personas o comunidades que están excluidas. Entonces, por ejemplo, desarrollan tecnologías para mejorar la productividad de personas que viven en zonas rurales aisladas, que nunca tuvieron acceso y no porque no existieran; sino porque para una empresa tradicional no era negocio. Mientras que un emprendedor que lidera una empresa social lo que quiere es resolver el problema de productividad de la comunidad postergada, buscando la manera de llegar a ella”.
La mayoría de las empresas que hoy participan en Njambre como Aceleradora, como el caso de MamaGrande, Iyara, AMAGI y cuatro más que están en estudio para ingresar, son empresas de innovación de impacto social. Porque justamente producen innovación e impacto en energías alternativas, en tecnologías sociales y en el trabajo o empoderamiento de sectores vulnerados.
Complementa Seineldin diciendo que “se corren de lo típico, por ejemplo, poner un taller protegido de chicos discapacitados que hacen fundas para celulares, que es un trabajo mecánico; puede ser realizado por una empresa social u ONG, pero tratamos de salir de ese rubro porque hay muchos. Lo que estamos buscando es cómo le cambiás la vida a una persona de estas características, con una tecnología apropiada, para que pueda trabajar, no en un taller protegido, sino en una empresa común”.
“En este caso, IMAGI diseña ropa para que la gente con discapacidad se pueda vestir sola. Alguien que está en silla de ruedas no se puede vestir solo, siempre depende de otro, eso te baja el nivel de autoestima y te aumenta el nivel de dependencia con otras personas. Bea Pellizzari, que trabaja con ese sector dice: ‘yo voy hacer la ropa más linda, para que estas personas se vean más lindas y al mismo tiempo se puedan cambiar solas’. Eso es una empresa social de innovación de impacto”, ilustra Seineldin.
Otro caso sería el de “una empresa social de Mendoza que trabaja con pequeños productores, generando una comunidad de productores y consumidores que estén más conectados de lo que lo están habitualmente. Cuando el productor le pone un precio a su producto, el consumidor sabe cómo está constituido ese precio. El consumidor ve esto y colabora en toda la cadena de producción. Entonces el poder de este sistema de precios abiertos es una lógica totalmente distinta; crea un círculo virtuoso en donde todos se involucran para lograr la mejor calidad y el precio más justo de un producto”, agrega Cardenau.
Njambre trata de detectar este tipo de emprendimientos y como cuenta Cardenau, “nos ponemos al servicio de las empresas sociales para trabajar con ellas, y determinar juntos cuál sería el plan o modelo de negocio más adecuado para ellas y el objeto ambiental o social que desean alcanzar. Una vez definido eso, ponemos todas nuestras redes a disposición para conseguirles mentores especializados, brindamos capital semilla para arrancar más fácilmente, también los contactamos con potenciales inversores, les damos visibilidad, les generamos todo un proceso de trabajo en comunidad con otras empresas sociales porque se dan muchos desafíos que son comunes e inherentes a su ser”.
“En cuanto a nuestra financiación tenemos dos formatos: uno es recibir donaciones puntuales para proyectos específicos. Hoy nos están ayudando Fundación Avina –de Suiza– y Potencia Ventures –fondo de impacto norteamericano–; y por otro lado, estamos cediendo participación accionaria de Njambre a inversores. Estamos buscando U$S 200 mil, cediendo el 1 % de Njambre por U$S 20 mil a aquellos que tengan ganas de participar de cerca en las empresas sociales; poder introducirse en su proceso, en el contexto donde ellos trabajan y al mismo tiempo invertir en ellas”, dice Seineldin.
A los tres los unió la misma inquietud. Por un lado un modelo de vida agotado, “aunque hoy todos los empresarios se comporten bien sin contaminar y traten bien a su gente, las brechas que hemos generado en los últimos cincuenta años, tanto ambiental como socialmente, no son reparables”; y por otro lado, “las empresas sociales en otros países evolucionan más rápido y hay fondos que invierten en ellas”. Njambre Aceleradora nace como una incubadora de este tipo de economías, ya que quizás en nuestro país no surjan por no haber alguien que las acompañe desde un principio y pueda después ofrecer un portafolio de inversiones a fondos del exterior.


Nota Ciudad Nueva - Diciembre 2012

Una solución ambiental: Tratamiento de efluentes cloacales


                                                 Noviembre 2012                                  
                                                                                                           Por:  )

En la localidad de Totoras, provincia de Santa Fe, a través de un sistema novedoso y natural, se purifica el agua de efluentes cloacales haciéndola reutilizable, produciendo bienes rentables.
La encargada de purificar el agua de efluentes cloacales haciéndola reutilizable es una planta acuática conocida como lenteja de agua, portadora de almidón, con el cual se puede producir etanol y plástico biodegradable; hoy originados a partir de alimentos, como el maíz, o recursos no renovables como el petróleo.
Luego de dos años de investigación se está realizando esta primera prueba piloto a campo, tras un acuerdo llevado a cabo por la empresa social MamaGrande y la Municipalidad de Totoras. El abogado Uriel Bernardi, al frente del Programa de Producción Ambiental, cuenta que “el Ente Regulador de Servicios Sanitarios nos había labrado un acta a comienzos del año por condiciones deficientes”. Esta localidad procesa los desechos líquidos de sus casi 11 mil habitantes en dos lagunas de cuatro hectáreas de extensión que se encuentran a unos 800 metros del casco urbano y a unos mil del arroyo Las Totoras.
Este ensayo pionero en nuestro país se encuentra en esta laguna estabilizadora de cloacas. Se está realizando en dos plenos a fondo de aproximadamente 11 m2, donde se sembraron las lentejas de agua y unos microorganismos que colaboran en el proceso. Sebastián Lagorio, Licenciado en Biotecnología y co-fundador de esta empresa basada en la innovación recombinante, comenta que “diseñamos un sistema en el cual los tratamientos de efluentes cloacales, de feedlots o industrias alimenticias se transforman y pasan a ser una fábrica de biomasa; fabricamos plantitas que tienen un uso para productos de alto valor agregado, como ser bioetanol combustible o insumos críticos para la generación de plástico biodegradable”.
Según Lagorio, “estas plantas acuáticas son de la familia Lemnaceae, de la cual hay 500 subespecies relevadas, comúnmente llamadas lentejas de agua. Estas aumentan su tamaño y se empiezan a dividir –duplicando su masa en 48 horas–, van limpiando mientras crecen, a la vez que producen almidón. También estamos secuestrando dióxido de carbono por lo que se reduce el efecto invernadero”.
Se obtuvieron las primeras pruebas de agua con un mes de tratamiento, las cuales “gracias a un acuerdo que acabamos de firmar con Facultad de Agronomía de la UBA se podrá comenzar en paralelo con la investigación en laboratorio (con condiciones controladas) y el escalado en Totoras. Para ello, ya tenemos la mitad de la inversión necesaria para el plan de un año que culmina con la limpieza de los efluentes y una planta productora de etanol para esta localidad, que puede producir hasta 50.000 litros al año”, informa Eduardo Mercovich, biólogo y co-fundador de MamaGrande.
Una vez cosechada la planta, Mercovich dice que “la fermentación a etanol es más simple y probablemente el primer resultado que una comunidad puede obtener, ya que es inmediatamente usable en el lugar como combustible. El ácido láctico tiene más valor económico, pero requiere una transformación algo más compleja y se debe exportar, ya que por el momento no se hace en el país”.
Desde la Municipalidad se figuran tres objetivos: “Primero intervenir todo el predio de lagunas del municipio y tener el equipo para producir combustible ecológico; segundo, con el excedente de lentejas que comience a producirse, llevarlas a todos los privados para que empiecen a aplicar este tratamiento en sus lagunas; y finalmente motivar a empresarios para invertir en este negocio, pensando que esto va a escalar a nivel nacional”, manifiesta Bernardi.
MamaGrande es una empresa social biotecnológica que regenera ecosistemas y servicios naturales, creando trabajo y productos con valor económico. Se transforma el agua contaminada, tierras infértiles y gente sin trabajo, en agua limpia, gente con trabajo digno e inclusivo, produciendo etanol o plástico biodegradable y alimento animal. Lo hacen creando desarrollos eco-efectivos de origen renovable, reintegrables al ciclo natural. Decidieron no patentar la tecnología, sino publicarla y abrirla a todas las comunidades interesadas en aplicarla en su región.
Mercovich compara las empresas sociales con una bicicleta: “La rueda delantera le da la dirección, la misión de la organización, indicando para dónde ir; y la rueda trasera son las actividades que realizan generando dinero que permite avanzar hacia la dirección a la que apunta la rueda delantera”.
“Son una nueva organización, que parece un híbrido entre una organización civil (fundación, ONG) en cuanto a su misión de mejorar el mundo en algún aspecto: salud, educación, vivienda, trabajo, ambiente, etc.; pero para lograrlo usa los mecanismos de una empresa. Es decir, genera productos y/o servicios que le dan independencia de terceros donantes. Otra característica es que no hay reparto de capitalización: se pagan los sueldos, los gastos y el sobrante se reinvierte”, agrega Mercovich.
Federico Seineldin, integrante de MamaGrande y co-fundador de Njambre (primera Aceleradora de Empresas Sociales en Argentina), completa diciendo que “no existe en Argentina una personería jurídica específica para las empresas sociales. La mayoría de las organizaciones se monta sobre una sociedad comercial, asociaciones civiles o ambas. MamaGrande se sustenta con el aporte de sus fundadores; con una inversión de Njambre, a través de un crédito paciente; o subsidios e inversiones privadas. Estamos actualmente en la búsqueda de capital para terminar el escalado del proyecto en las 4 hectáreas”.
Ellos creen que este es el modelo futuro de las empresas, ya que según argumentan, el actual modelo competitivo está agotado y las implicancias ambientales son devastadoras. Se necesitan empresas involucradas en los problemas sociales y ambientales; con los mecanismos del mercado al servicio de estas causas. Consideran que las empresas sociales no son la solución a todos los problemas actuales, pero son un camino posible y necesario para ejercitar el cambio sistémico que se necesita.
Nota Ciudad Nueva - Noviembre 2012

Foro Joven de Sostenibilidad



El jueves 6 de septiembre, alumnos de quinto año participaron del primer Foro Joven de Sostenibilidad. Realizado en el marco del III Foro Nacional de Responsabilidad Social Empresaria y Sostenibilidad.  El mismo, organizado por Junior Achievement, Moverse, Red Argentina de RSE y la OAJNU, realizado en la Bolsa de Comercio de Rosario.   

Mientras en el SUM de la Bolsa de Comercio de Rosario se desarrollaba el tercer Foro de Nacional de RSE, orientado a lideres empresariales, de la sociedad civil y el gobierno; en el Auditorio de la Bolsa, alumnos de cuarto y quinto año de las escuelas rosarinas participaban del Foro Joven. Bajo el título "Valores para una nueva economía"tuvo como objetivo motivar, sensibilizar e involucrar a diversos actores de la sociedad en la construcción de una economía verde, inclusiva y transparente.

Emiliano Fazio
En primer lugar, Emiliano Fazio, Co-fundador de Valos, Banco de Alimentos de Mendoza, Red de Consumo Consciente, Auro y Njambre aceleradora comenzó su disertación acerca de VALORAR LA ÉTICA (hacia una economía transparente). Disertó entre otras cosas, sobre el consumo conciente, ética transparente e inclusiva. Considerando la ética como criterios que pensando juntos nos ayudan a tomar desiciones para tener una vida digna y ayudar a otros a tener el mismo anhelo, cuidando de nosotros y de los otros. 

Eduardo Mercovich
A continuación, Eduardo Mercovich, Co-fundador deMamaGrande y GaiaSur inSpiro, comenzó su disertación acerca de VALORAR EL PLANETA (hacia una economía verde). Haciendo un recuento de la actualidad ecológica del planeta y las productos fabricados  para una obsolescencia programada

Tratamiento de efluentes cloacales
 Dando cierre con la propuesta que traen a esta realidad las empresas sociales, contando el proyecto de MamaGrande realizado en Totorashaciendo un tratamiento de efluentes cloacales a partir de una variedad de planta acuática conocida como lenteja de agua, que tiene la capacidad de transformar con alta eficiencia los nutrientes contenidos por esos “desechos” en almidón, devolviendo una materia prima para elaborar etanol o plástico biodegradable, hoy producidas a partir de alimentos como el maíz o recursos no renovables como el petróleo. También purifica el agua que contienen estos desechos, siendo reutilizable. 

Manuel Lozano de Fundación Si
Por último, Manuel Lozano, Director de Fundación Si. Ex Director de Red Solidaria Argentina, comenzó su disertación acerca de VALORAR A LOS DEMÁS (hacia una economía inclusiva), contando su experiencia, comenzada en Buenos Aires, saliendo en las noches a repartir una sopa y una frasada para las personas en situación de calle. Experiencia fundadora realizada por tres personas en un comienzo, siendo hoy mas de dos mil voluntarios entre distintas ciudades del pais donde realizan la experiencia. 


También comentó sobre el proyecto "Centro Universitario Warmi Huasi Yachana" que se encuentra en Abra Pampa, Jujuy. A 3700mts de altura, y tiene como propósito presentar una forma de comprender y encarar la problemática educativa de la comunidad coya. Lo que mueve este proyecto de acceso a la educación superior, es que los estudiantes no tengan que desplazarse de sus lugares de origen.

Al cierre del foro, algunos alumnos de cuarto y quinto año participantes en teleconferencia con el Foro de Nacional de RSE, comentaron a los jóvenes empresarios y universitarios lo vivido en esta mañana y también realizaron un pedido de adhesión a estas nuevas experiencias de de responsabilidad social empresaria. Los participantes firmaron un compromiso joven por una ciudadanía respondable.